Y aunque esté relajadita no quita que esté vaga ¡no por Dios! Cargué mis baterías con la arena y el sol de la playa, he bañado mi mente para que me dibuje todos los días un cielo azul y un sol que brille.
Hace unas semanas nos preparamos en el jardín de la casa un rinconcito que está siendo nuestra delicia del verano. Una base de césped y unos cuantos elementos para parecer que estas en el paraíso.
Todo como muy "zen"
El Buda no podía faltar en este ambiente...
Y aquí en este otro lado me siento a disfrutar de mi té mientras estoy haciendo alguna que otra labor... algo de ganchillo que me ha tenido muy entretenida alguna que otra tarde de siesta.
Hace tiempo quería probar a forrar unas perchas
y como el resultado me pareció tan bonito y en el jardín se estaba tan a gusto tejiendo ...seguí haciendo unas cuantas más,
Y otra, la quise hacer distinta por completo, de tela, ¡cómo no!
...Un jardín con encanto y duende, para relajarme miestras miro mis nuevas revistas de patchwork, coser esas flores de mi colcha del"jardín de la abuela" que aún sigo uniendo y haciendo más grande...refrescándome con una rica limonada de frambuesas...
cerrando los ojos para recordar lo bueno de este verano, ver y disfrutar de las amigas que han venido de vacaciones, un mes entero en familia, acompañada en todo momento de mi marido, que por su baja laboral de todo el mes ha cumplido con su palabra, ¡terminar el cuadro de punto de cruz!! ¡¡Una pasada de bonito...ya lo veréis!!
...Y sigue el verano, los días en el campo, con la familia casi al completo, el otro casi están lejos...pero siempre presentes...
Días de calor y alguno con el frío al rostro que nos trae agosto, pero se hacen llevaderos porque seguimos de vacaciones, seguimos sin rutinas, cada día dibujando un plan nuevo y placentero...pero siempre un ratito en torno al jardín.
Espero que hayáis disfrutado con esta entrada y que os haya llenado de calma.
Sed felices y a gozar de lo que queda de verano!!